Si bien Gabriela Mistral no trabajó en este edificio, su paso por el que en su momento era el Liceo de Niñas de La Serena marcó profundamente su vida profesional, ya que se enfrentó al conservadurismo y reforzó sus convicciones sobre el derecho de acceso universal a la educación a través de su quehacer.
Su labor ha servido de inspiración a numerosas generaciones de estudiantes para superar dificultades y salir adelante. Hoy día, este edificio forma parte del valioso patrimonio de la ciudad, por lo que representa un imperdible a la hora de recorrer su centro histórico.